El tratamiento infantil requiere de un conocimiento del desarrollo evolutivo del niño a nivel conductual, cognitivo y emocional.

En el proceso terapéutico es fundamental una adecuada evaluación de estos aspectos y un exhaustivo análisis del contexto social y familiar, de esta forma, podremos diseñar una intervención adecuada y adaptada a cada caso. Nuestros profesionales tienen la experiencia y la formación necesaria para abordar los problemas de la infancia y de la adolescencia desde un enfoque integral y efectivo.

Problemas de conducta

Se trata de uno de los problemas más frecuentes por los que nos consultan.

En este caso se suele hacer una intervención en la que se orienta a la familia y/o a las personas implicadas en la educación del menor, proporcionándoles pautas de actuación a través de sesiones psicoeducativas.

También se trabaja con el menor para que desarrolle estrategias de regulación emocional, autocontrol, pautas de conducta adecuada, etc.

Ansiedad y depresión infantil

Tanto los niños como los adolescentes pueden atravesar momentos emocionales complejos. Hablamos de preocupaciones, inquietudes, miedos, bajo estado de ánimo, sentimientos de inutilidad, incapacidad para disfrutar, baja autoestima, etc.

La diferencia con respecto a los adultos, se encuentra en una manifestación de los síntomas cualitativamente distinta, que dependerá del momento evolutivo en el que se encuentren. De esta forma, los momentos de sufrimiento pueden estar enmascarados y confundirse con otros problemas, como pueden ser la agresividad o la irritabilidad.

Trastorno por deficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Este trastorno tiene implicaciones emocionales, conductuales y académicas, que requieren una intervención psicológica integral.

Los síntomas pueden ser variables , pero si percibimos que nuestros hijos tienen dificultades para seguir instrucciones, se olvidan con frecuencia de cosas importantes, se distraen con facilidad o les cuesta realizar actividades que requieran una atención sostenida, y además son inquietos o impulsivos, siendo estos síntomas causa de interferencia en diferentes ámbitos de la vida del menor (colegio, hogar, etc.), es muy importante ponerse en manos de un profesional para hacer un diagnóstico precoz y recibir el tratamiento adecuado.

Miedos y fobias

Cada etapa evolutiva se caracteriza por una serie de miedos que se consideran normales.

Por ello, hay que saber diferenciar si se trata de un miedo relacionado con el desarrollo normal del niño o hay algo más.

Cuando no se trata de un miedo evolutivo, el tratamiento psicológico basado en técnicas conductuales de exposición se ha demostrado eficaz para que el niño vaya superando sus dificultades y se sienta más seguro ante ciertos estímulos o situaciones.

Problemas de aprendizajes

El fracaso escolar es uno de los problemas más extendidos en la población infanto-juvenil. Estas dificultades no sólo provocan problemas académicos, también suelen ir acompañadas de falta de motivación, baja autoestima y frustración.

Aspectos, que hay que abordar para que no se instauren en la vida académica del menor. Por ello, es importante, trabajar técnicas y hábitos de estudio, y reforzar las áreas académicas necesarias, sin olvidar la aplicación de estrategias que incentiven la motivación y el cuidado emocional.

Habilidades sociales

Cuando existen dificultades de relación social, tanto por inhibición (timidez, inseguridad, etc.), como por la presencia de relaciones sociales conflictivas, se pueden aplicar programas de entrenamiento en habilidades sociales para que los menores adquieran herramientas que promuevan una relación más adecuada con su entorno.

Problemas de eliminación: eneuresis y encopresis

La eneuresis consiste en la emisión repetida de orina en la cama o en lugares que no son apropiados. Ésta puede ser voluntaria o involuntaria.

La encopresis es la excreción repetida de heces en lugares inapropiados. Al igual que la eneuresis, puede ser voluntaria e involuntaria.

Ambos problemas se pueden resolver, obteniendo resultados a corto plazo a través de técnicas conductuales.